Trabajar la alfabetización emocional con ayuda de una psicóloga infantil
Como psicóloga infantil en Valencia quiero destacar la importancia de trabajar alfabetización emocional. Debemos entender que gestionar correctamente esta emoción supone que previamente debemos reconocer la emoción que está detrás, el motivo por el que estoy enfadado con anterioridad interpretar las señales que mi cuerpo me envía para indicarme que estoy enfadado.
Algo que puede resultar tan simple para nosotros… en el caso de los niños no es tan sencillo. En nuestra clínica de psicología en Valencia podemos ayudarte.
La alfabetización emocional: debes procurar que tus hijos tenga un vocabulario extenso y fluido sobre las emociones. Si con tu ejemplo y todos los días consigues poner palabras a sus sentimientos y emociones conseguirás que tu hijo vaya asimilando las señales, las causas de esa emoción que está sintiendo en un momento determinado y por tanto, que sea más capaz de gestionarlas después. Además, cuando somos capaces de nombrar lo que nos está pasando, muchas de las emociones desagradables desaparecen.
Explícale que existe una relación entre aquello que pensamos, lo que sentimos y cómo actuamos. De este modo le estaremos ayudando a desarrollar el autoconocimiento, imprescindible para desarrollar la inteligencia emocional.
Permítele que se enfade. Puedes ayudarle a que gestione adecuadamente su comportamiento, pero respetando y ofreciéndole un espacio apropiado para enfadarse. Enfadarse es natural y sano. Tiene derecho a estar enfadado. No debemos caer en la demonización de ninguna emoción. Ni siquiera con el enfado.
Valida sus sentimientos. Hazle ver que le entiendes y que te preocupa lo que le ocurra.
No respondas a su enfado con tu enfado. Muchas veces, cuando nuestros hijos se enfadan, acabamos haciéndolo nosotros también (en gestos y de palabra). Debes evitar que esto suceda. Escúchale y no te enfades. Recuerda que tú eres el adulto y él quien está desarrollando su inteligencia emocional.
Ayúdale a trabajar y a reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones negativas. Trabajar la empatía es imprescindible para que se pongan en la piel del otro y entiendan cómo se sientes los demás cuando él hace algo.
Transmítele que aunque no estés de acuerdo con su comportamiento tu amor hacia él está por encima de todo. Es importante separar la conducta que puede no ser adecuada de la persona que puede ser maravillosa.
Ofrécele siempre alternativas para que pueda canalizar la rabia. En ocasiones puede funcionar relajarse o respirar de forma pausada.
Como psicóloga infantil te indicamos cuando podría ser necesario acudir a una clínica de psicología.
En ocasiones algunos niños presentan mayores dificultades para gestionar emociones como la rabia o la ira. Si piensas que tu hijo tiene dificultades en este sentido, has seguido distintas técnicas pero sientes que no han funcionado, quizá debas pedir ayuda a un psicólogo infantil con experiencia.
Hay niños que tienen dificultad para calmarse cuando están alterados, sus enfados son desproporcionados, algunos llegan a hacerse daño a ellos mismos a los que les rodean, agreden de manera verbal, se enfadan continuamente y por cualquier cosa… Si crees que es el caso de tu hijo, tal vez un psicólogo infantil pueda echarte una mano con habilidades específicas para trabajar esta emoción.